Un soneto anónimo , bellísimo, de estilo enérgico y directo, desnudo de figuras y otros recursos, pero de un contenido con una fuerza titánica, me llega a alma de tal manera que, una y otra vez, lo leo y repito . Y es que ese soneto es una oración a la que recurro porque me lleva hacia Dios con paz, sin culpas, dando gracias.
NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Ni cielo ni infierno, sólo amor. Amor que te lleva a seguir a Cristo en el camino de tu vida, e intentar cumplir con su Palabra, sólo por Amor.
La ausencia de fines , como la felicidad o la Eternidad prometida, o de otros motivos, como el rechazado infierno, se ajusta a mi personalidad, pues el único motor es la Ley en sí misma. Todo éllo me recuerda , y de ahí" las relaciones en la diversidad " , a uno de los más importantes filósofos habidos, que no es otro más que Inmanuel Kant.
El pensar acerca de la religión viene determinado , para Kant, en la Razon. Y es precisamente en esa Razón pura dónde establece vigorosamente la dimensión religiosa.
En su filosofía establece un principio práctico incondicionado, que es la LEY MORAL y que sólo tiene lugar en cuanto que la Razón pura es por sí misma práctica.
Formula varios imperativos categóricos, entre los que destacan estos dos:
1º).- " No obres nunca sino de manera que puedas querer que la máxima que rige tu obrar se transforme en Ley universal " ( No busques privilegios, ley privada ni excepciones. Piensa que pasaría si todos obrasen del mismo modo. No hagas lo que no te gustaría que otros hicieran ).
2º).- Obra de tal modo que uses a la humanidad- tanto en tu propia persona como en la persona de cualquier otro- siempre como un fin, nunca como un medio.
Para kant no hay otro motor que el DEBER para el cumplimiento de la ley moral.
El Deber es la necesidad de una acción por repeto a la Ley. Todo otro motivo de acción es ilegítimo y espúreo. No debemos actuar para obtener la felicidad, ya que ésta es objeto de la imaginación y no de la Razón.
El Encuentro: cumplir con la Ley divina.
Los caminos: Para Kant el deber, para nuestra oración , el Amor.
Sin embargo ambos caminos pueden e incluso llegan a ser necesarios en su conjunto. A veces falta el suficiente amor para actuar conforme Dios pretende, entonces, podemos recurrir a la disciplina que marca el deber como máxima en nuestro actuar.
En otras ocasiones nos falta esa discisciplina para el cumplimiento de deber, y debemos recurrir al Amor a Cristo para actuar.
Coinciden ambos en algo maravilloso: no actuar por obtener la felicidad, ni el cielo, ni por temor al infierno, sólo por el deber-Amor. ¡ Cómo ayudan estas máximas par seguir adelante en la vida , tener valores y enriquecerlos !.
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2 comentarios:
Es precioso el soneto.
Bien hecho al salvarlo.
Ama.
Es el único mandato, y qué bendición que así sea.
¿Por qué lo complicamos?
Un abrazo
Gracias Ego por tus palabras.
¿ Sabes que escribes muy bien ?, supongo que ya eres consciente de éllo.
Saludos
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