miércoles, 23 de enero de 2008

MARIENBAD-KARLSBAD-WEIMAR. AÑO DE 1823

Junio de 1823, un anciano caballero, llega Marienbad.
Meses antes había sufrido una grave enfermedad que le hizo perder la consciencia. Los médicos no encontraban causa ni remedio. Pero la enfermedad que llegó de forma repentina, se marchó de la misma manera que vino. El caballero , transformado por completo, rejuvenecido interiormente, llega a Marienbad lleno de vida.













El hombre del que hablamos tiene setenta y cuatro años. Vino al mundo cuando el reloj daba las doce del mediodía en una casa burguesa de Frankfurt, nació con grandes dificultades de una madre de dieciocho años, estaba negro y parecía muerto. Pasó tiempo hasta que la abuela pudo gritar ." ¡ El niño vive !". A ese niño le estaba reservada una vida prodigiosa, estaba destinado a desplegar inmensas fuerzas de desarrollo y de renovación , a alcanzar por completo la medida humana y lograr una majestuosidad de la existencia ante la cual se inclinaron reyes y pueblos, y cuyo origen natural él mismo convirtió, no sin solemnidad, en objeto de su estudio. ( Thomas Mann).

El verano de 1823 en Marienbad supone para nuestro hombre el acontecer de un "milagro", sucumbe al viejo embrujo, a la eterna magia. Otra enfermedad se apodera de su ser, cae profundamente enamorado de una muchacha de diecinueve años, a la que corteja como un joven, como un hombre. Tras días de mucho pensar, pide la mano de Ulrike von Levetzow.




El hombre al que Alemania, al que toda Europa, venera como al más sabio entre los sabios, como al espíritu más maduro y sereno del siglo va a solicitar a la señora Levetzow la mano de la joven de diecinueve años para el hombre de setenta y cuatro. ( Stefan Zweig).
La respuesta no se conoce, pero se intuye , y ese hombre sigue a la amada desde Marienbad a Karlsbad.


Declina el verano, aumenta la angustia. Llega la despedida sin respuestas, y cuando el coche se pone en marcha, este gran hombre que todo lo presiente tiene la sensación de que algo formidable en su vida ha concluido. Pero aquel que en la tierra no encuentra alivio, recurre a Dios, a través de la poesía.

El 5 de Septiembre de 1823, tras la despedida, el poeta , que de joven supo ocultarse , contenerse y no revelar secretos, ya anciano , inicia una de las poesías más bellas : " La Elegía de Marienbad".


MARIENBADER ELEGIE



* Sólo algunas estrofas. Traducción de Rosa Sala.


Cuando suele enmudecer el hombre en su tormento,
a mí me ha dado un Dios expresar lo que padezco.
¿Qué cabe esperar del reencuentro,
de la flor de este día aún cerrada?
Se abre ante ti el paraíso o el infierno;
y se estremece el alma acobardada.
.../...
Pero, ¿no te queda aún el mundo? Los collados,
¿no siguen coronados por sombras sagradas?
¿ es que la cosecha no madura? Un verde prado,
¿ no bordea el río entre pastizales y matas?
Y la Inmensidad, ¿ su bóveda el mundo no envuelve,
ya sea rica en formas o informe tantas veces?
.../...
Qué leve y frágil, sutilmente entretejida,
surge seráfica de entre las nubes oscuras
sobre el azul del cielo, a ella parecida,
una figura etérea de cristalina bruma.
.../...
Así veías dominando el alegre baile
a la más bella de las criaturas adorables.
.../...
Más sólo unos instantes puedes resignarte
a retener a un espejismo en su lugar.
¡ Vuelve al corazón ! Es una sede más fiable,
en la que ella se agita en metamorfosis tenaz.
Entre miles de formas, se te impone sólo una,
cada vez más hermosa en su proteica figura.
.../...
En lo más puro del pecho palpita el afán
de a un ser más puro, desconocido y extraño,
entregarse agradecido, con total libertad,
penetrando el enigma del eterno Innombrado.
¡ Lo llamamos devoción ! De tal magnificencia
siento que participo cuando estoy con ella.
.../...
Y ahora, ¡ lejos estoy ya ! A este momento,
¿ qué le corresponde ? No sabría expresarlo.
Motivos me ofrece para gozar de lo bello,
más de este lastre quiero verme librado.
Me mueve sólo una indomable añoranza,
y salida no veo más que las lágrimas.
.../...
¡ Dejadme aquí, compañeros de camino !
A sólas entre rocas, pantanos y desiertos.
¡ Adelante ! El mundo os abre su sentido,
ancha la tierra y excelso el firmamento.
Ved, investigad, y acumulad detalles,
seguid persiguiendo los misterios naturales.
.../...
Yo, que un día favorito de los dioses fuera,
me he perdido a mí mismo y al universo.
Pues me enviaron a Pandora como prueba,
rica en dones y aún más rica en riesgos.
Hacia sus labios dadivosos me impelieron,
y al separarme de ellos, me destruyeron.

El poeta redacta la Elegía durante el viaje desde Karlsbad a Weimar, empezándolo el 5 y terminándolo el 12 de septiembre. Al llegar a Weimar, la obra está concluída. Lo denominó "Diario de la vida interior" y a su gran amigo Eckermann le comentó que era "producto de un estado de la más extrema pasión".

Como afirma Zweig, " Siglos después, ese 5 de Septiembre se conservará en la memoria y en el sentimiento de las futuras generaciones de alemanes ".

Nada más llegar a Weimar, se dedica a caligrafiar una copia de la Elegía, durante tres días, con letras grandes, en papel especial. Se encarga de encuadernarlo él mismo, con un cordón de seda, ata a la cubierta de tafilete rojo, que después cambiaría por otra azúl. Esconde su poema como un secreto. Y en su casa, en Weimar, lo que encuentra son burlas y el odio de su hijo, ante el proyecto de boda.




Nuestro hombre piensa en una primera lectura del poema de forma ceremoniosa. Manda a los criados encender dos velas en su escritorio y entregando su reliquia a Eckermann, le ruega que lea la elegía.

Vuelve a caer enfermo. Desde Berlín acude su amigo Zelter, permaneciendo con el convaleciente. Según Zelter, " se encontró con alguien que parece que en el cuerpo tuviera el amor, todo el amor con toda la angustia de la juventud". Le aplica como medicina lo que el poeta le ruega : que le lea su poema una y otra vez. Así , según nos dice Zelter, la curación vino " del dardo que le había herido".


El genio supera la angustía, renuncia a su sueño y se entrega con fortaleza a TERMINAR SU OBRA. Antes de cumplir los ochenta años, temina por fin , los tres volúmenes del Wilhelm Meister. A los ochenta y uno, vuelve con la obra de su vida, Faust, terminándola pasados siete años.


Nuestro hombre, como ya saben , no es otro que JOHANN WOLFGANG VON GOETHE, ese genio universal que se debatía entre el pasado antiguo clásico y el futuro de los romanticismos y tecnicismos. Fue Goethe el que definió el término Weltliteratur , literatura universal. Cultivó el verso con maestría, la novela, el teatro, el ensayo y la teoría literaria, la física, la química, la mineralogía, la botánica y la medicina (p.e descubrió el hueso intermaxilar). Su principio era LA ACCIÓN.


Para Eugenio Trías, Goethe es " diacronía replegada en absoluta sincronización. Página única que resume todas las páginas". Karl Jaspers en su obra Unsere Zukunft und Goethe escribió que Goethe es " totalidad de hombre y de obra, en que la poesía, investigación , arte y práctica no son más que momentos. Tal vez sea Goethe el único hombre que se ha realizado en la historia con tal plenitud".


El 22 de Marzo de 1832 moría Goethe en su casa de Weimar. La legendaria frase última que corona el mito fue:


LICHT mehr LICHT


Luz, más luz. ¡ Qué abran las ventanas para que entre la primavera !.


Fausto es su alter ego.




6 comentarios:

Alfaraz dijo...

Tengo sensaciones contradictorias con Goethe.
Por masón y por aquello de «prefiero la injusticia al desorden».
Pero, claro, sólo he leído sus Epigramas venezianos y me encantaron.

.

Morgenrot dijo...

Alfaraz, Goethe es un autor muy complejo. No creo que fuera masón, pero sí tuvo contacto con muchos movimientos de su época.
De hecho, la masonería aparece en la última parte del Wilhelm Meister; obra que, si me permites, te recomiendo leas, pero completa.
La mejor edición es la de Cátedra.

Goethe fue educado en el luteranismo más estricto. Fue un hombre muy religioso, y algo que me llama la atención es la gran admiración que tenía al rito católico.

Joaquín dijo...

¡¡Qué ganas tengo de leer a Goethe... en ALEMÁN!!

Morgenrot dijo...

Con la traducción se pierde el valor del texto y se desvirtúa. En Poesía aún más.

Tengo el texto original en alemán de la Elegía de Marienbad. He buscado varias traducciones y elegí la que he puesto en mi entrada porque me parecía la más cercana al original. He encontrado otras traducciones que ¡ sorpresa!, parece que estás leyendo un poema totalmente distinto. Me he asombrado bastante.
Por eso, cada vez que adquiero un libro de lengua extranjera en español, cuido mucho que la traducción sea la mejor. Y hay traductores y ¿traductores?.
Saludos muy cordiales, Joaquín

Alfaraz dijo...

Ya conseguí la edición de Cátedra del "Wilhelm Meister".
Claro que ahora no se cuando podré leerlo.
Danke.

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Morgenrot dijo...

Me alegro Alfáraz. Si me pertimes mi modesta opinión, dale tiempo al tiempo. Los libros hay que disfrutarlos y meterse en ellos cuando "el cuerpo " te lo pide.
Por cierto, me has dado una idea para una nueva entrada con el tema del tiempo , que tanto ansiamos y que parece que se nos escapa de las manos.
Gracias y saludos muy cordiales