miércoles, 12 de agosto de 2009

MIRAR, QUE NO SÓLO VER


Los ojos hablan, son la ventana a la que nos asomamos para obtener información del interior de un ser humano, la mirada es la puerta del alma.
Si la palabra puede llegar a ser arte, aprender a mirar supone una mayor profundización en la valoración de la realidad. "Tocar" el alma es tarea inviable , pero acercarnos a lo recóndito del humano es labor conveniente.
Es mirar y no sólo ver, fundirse con el otro mediante el sentido de la vista. El iris es una parte para alcanzar el impensable todo.
La mirada de Ludwig Wittgenstein quedó retenida en mi mente desde muy joven. Años más tarde completé el lenguaje de sus ojos con sus diarios íntimos. Fue entonces cuando entendí en la medida factible aquella insólita mirada.

24 comentarios:

Alfaraz dijo...

Una mirada, como puede ser el caso, es posible que refleje una búsqueda.
Para descubrir si esto es así, habría que ponerse con sus diarios, claro.
Eso ya serían palabras mayores.

.

NUNCIO TAMALLANGOS dijo...

Querida,

Para ser capaz de vislumbrar el alma a través de la mirada, creo que se necesita un don que no me ha sido concedido. Yo me debo conformar con que haya miradas que me dejen anonadado, pero sin que medie comprensión alguna.

Sobre Wittgenstein, debo reconocer que es un personaje que siempre me atrajo. Recuerdo especialmente un par de citas suyas:

"De lo que no se puede hablar, mejor es callarse"

, de su Tractatus, y la siguiente que, supuestamente, corresponde a sus últimas palabras antes de morir:

"Dígales que mi vida ha sido maravillosa"

La Rata Paleolítica dijo...

"Me faltan tus ojos" es una frase usada por los tuareg.
Solo hay que fijarse un poquito.
En el sitio donde vivo conozco a una abuela de la que siempre digo que en sus ojos se puede ver toda África.

Jesús.

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Todo es los ojos.

enrique dijo...

Esa debía de ser la mirada que pondría al idear los aforismos de su Tractatus...

Morgenrot dijo...

Caro Alfaraz, las miradas siempre son búsquedas. Si son recíprocas suponen una búsqueda compartida y en ocasiones, cómplices.

Otras veces nos conformamos con los ojos que se reflejan en una foto, y ahí indagamos. No todos los ojos hablan, los de Wittgenstein sí.

Sus diarios son un valisísimo legado.

Saludos más que cordiales

Morgenrot dijo...

Querido Nuncio:

Más que un don, es un querer detenerse a averiguar. Supone un inquirir para descifrar.Dudo que tú carezcas de esa comprensión, hay claves para descodificar.

Con respecto a lo que citas de Wittgenstein, he de reconocer que me das dos veces en la diana, sorprendentemente son las dos frases que más me " torturan " de él. Coincidencias imperdonables.

Saludos con flecha doble en el blanco.

Morgenrot dijo...

Jesús, eso de " me faltan tus ojos " es tan certero que sin ellos no penetramos en los interiores, por muchas palabras que se intercambien.

En los ojos de mi abuela también leo toda una vida.

Un abrazo,

Morgenrot dijo...

Walter, con ese cambio de imagen no hay quien te reconozca. Está bien, creo que ganas.

Los ojos son tanto que una mirada es capaz de ganar una guerra.

Saludos más que afectuosos

Morgenrot dijo...

Estimado Enrique:

No hay otra más adecuada para su obra.
Tuve la suerte de tener entre mis manos un ejemplar antiquísimo del Tractatus bilingüe, en el original en alemán y en español. Es una joya que encontré en una biblioteca pública a la que quiero volver para escanear, pues el original pierde con la traducción.

Saludos cordiales

zocadiz dijo...

por una mirada tuya, todo lo diera.. creo que algo asi dice becquer.. no???
Los ojos que miran.. es la mirada lo que importa. que pasa con los ciegos?

Morgenrot dijo...

Estimada Zocadiz, la misma pregunta me hacía mientras escribía y añadía comentarios : los ciegos.

Pensé que al carecer de vista, lo suplen a través de otros sentigos que agudizan más que los demás. Quizás sean capaces de filtrar estados de ánimo y ver a las personas por medio de la voz, del tacto...Otra forma de entrar en el interior del hombre.

Me alegra mucho leerte de nuevo, un abrazo,

Joaquín dijo...

La mirada de Wittgenstein es un interrogante. Es coherente con su pensamiento místico.

Saludos de nuevo, Morgenrot

Anónimo dijo...

Ese hombre... Su escritura es el abismo que se despeña de sus ojos. Un beso, bella.

Morgenrot dijo...

Joaquín, efectivamente es coherente con su excepcional inteligencia, profundidad y curiosidad.
Un personaje singular.

Saludos más que cordiales

Morgenrot dijo...

Mi querida Ana, ese abismo que se despeña de sus ojos no es otro más que el de aquél que se interroga reiterativamente sobre lo que la razón no alcanza.
Es luz y aturdimiento a su vez.

Beso muy, muy fuerte

enrique dijo...

Vi hace unos días esa mirada en la portada de su libro "Investigaciones filosóficas"...

Morgenrot dijo...

Estimado Enrique:

Y a mí se me quedó grabada de mi libro de filosofía de C.O.U., y es que la foto " se las trae "

Un cordialísimo saludos

Natalio Ruiz dijo...

La mirada es un atajo, pero no el único camino. Quien quiera ver encontrará la unidad substancial del cuerpo y del alma en los mínimos detalles.

Los ciegos, por ej., impresionan por la cantidad de detalles del espíritu que "encuentran" en las personas.

Respetos.

Natalio

Morgenrot dijo...

Agudo comentario, Natalio. La mirada puede ser el atajo, el camino más corto, pero hay otros muchos.
Sólo hay que detenerse en esos pequeños detalles de los demás y también, no lo olvidemos, de uno mismo.
Es una lucha contra la superficialidad y frivolidad que nos acomete en casi todo lo que nos rodea.

Gracias por tu visita y te saludo muy afectuosamente

Lázaro dijo...

Acceder a través de los ojos, de la mirada a la obra, al pensamiento: estimulante forma de ponerse en disposición de pensar en comunión con ellos. Un saludo.

Morgenrot dijo...

Saludos para ti, Lázaro.

Saber mirar es todo un ejercicio, y necesario.

Fuerte abrazo

Unknown dijo...

Me he quedado perdida entre su mirada y tus palabras.

Un beso fuerte :)

Morgenrot dijo...

Para que Marta , maestra en palabras e imágenes, se quede perdida...; es que es la imagen de un ser demasiado singular.

Saludos querida Marta