viernes, 16 de octubre de 2009

REFLEJOS


Una avaricia encantadora.
Los niños son como la mañana del día .
Un reflejo de lo que contemplan.

Una corrección sustancial para el adulto. Ese afán de poseer..., ridículo anhelo material que nos aparta de lo valioso.

18 comentarios:

Lázaro dijo...

Los niños son los únicos capaces de ser lo que son sin concesión ni merma alguna. Constante sustancial corrección para aquél que perdió su espíritu. Besos.

Anónimo dijo...

Los árboles no nos dejan ver el bosque... Vivir nos aparta de la vida. Un beso hermosa, felicidades por tu nueva imagen.

La Rata Paleolítica dijo...

Bonito cambio, felicidades (aunque hechando un poco de menos la foto en blanco y negro, reconozco...).

Me vienen al pensamiento los bosquimanos del Kalahari, con su casi inexistente sentido de la propiedad, hablando tanto de utensilios de uso personal como de cosas mas extensas; Para ellos, o los indios de América por ejemplo, es abosurdo poseer un trozo de tierra, el agua de un río, un árbol, una montaña. Son elementos que no pueden ser poseídos por un individuo, no tiene sentido, es imposible.
La sociedad contemporánea se ha ido al otro extremo. Afán de poseer, dinero y poder, rigen todos los pasos que se dan las 24 horas del día.
Y no hay necesidad de mirarse al espejo siquiera y pararse a pensar. Qué mejor reflejo que el que apuntas. Y qué lejos queda, cuando miro a ese fiel reflejo, lo valioso; Ni se ve.

Abrazos.

Jesús.

zocadiz dijo...

las lecciones que nos dan los niños son las que más se graban.

Morgenrot dijo...

Estimado Lázaro,

Y es que no deberíamos dejar de ser niños, aunque no por ello se corte el camino hacia la madurez. Otra contradicción más de nuestra esencia.

Besos a Fernando y a ti con los mejores deseos.

Morgenrot dijo...

Mi querida Ana:

Gracias por estar aquí. A veces necesitamos que nos acompañen en este camino con encrucijadas , sin que sepamos a dónde nos llevan y , en bastantes tramos, con los ojos tapados.

Lo del cambio, más bien es por modificar yo y no siempre que sean las circunstancias las que realicen los cambios.

Un beso doblemente fuerte,

Morgenrot dijo...

Jesús, estimado, la foto en blanco y negro, - que tiene un trasfondo importante-, la sigues conservando en tu lista de seguidores.

Es hermosísimo el continente y el contenido de tu comentario. Pienso que las propiedades conllevan derechos, pero antes que estos están las obligaciones que priman. La espiral sigue en la esclavitud del hombre ante lo mmaterial.
El equilibrio es tan difícil como necesario.

Un fuerte abrazo

Morgenrot dijo...

Sí, estimada Zocadiz. Nos dan lecciones por activa y por pasiva, las mejores son cuando éllos fallan por repetir nuestros comportamientos. Así aprendemos los mayores y podremos corregir a los pequeños.

Besos más allá del Océano...

daniel rico dijo...

y si, como dijo el poeta: "no hay que confundir valor y precio".

Los niños poseen cosas que los hacen felices, y esa felicidad es el unico titulo de propiedad que necesitan.

En cambio nosotros somos poseidos por las cosas que creemos poseer, nos transformamos en sus servidores a cambio de comodidad.

Un abrazo!

Natalia Pastor dijo...

Volver a ver la vida a través de los ojos de los niños,es redescubrir la inocencia perdida, la ilusión por las pequeñas cosas, el abrazo y el beso impetuoso,las preguntas imposibles de responder.

Saludos.

Alfaraz dijo...

La única avaricia encantadora será la de los niños, Mrgnrt.
En nosotros resulta patética, se me ocurre.

Bss.

.

misántropo dijo...

La infantil inocencia
me parece un espejismo
al no tener conciencia
solo piensan en si mismos.

Beso

ONDA dijo...

>Un amigo mío dejo escrito algo así como que la mirada de un niño era la más pura expresión de la verdad...
Y es cierto.
Encantadora foto.

Morgenrot dijo...

Daniel, efectivamente y tal como dices, somos poseídos y nombramos dioses a la materia que nos esclaviza.


Un fortísimo abrazo

Morgenrot dijo...

Natalia, encantada de volverte a ver por aquí, con esos comentarios tan tuyos y tan encantadores.

No creo que tú hayas perdido esa belleza inocente de la infancia.

Muchos y fuertes besos

Morgenrot dijo...

Pues se te ocurre lo mismo que pensé cuando escribí el post, Alfaraz.
La niña que agarra fuertemente todas las muñecas que puede no deja de ser encantadora y se deja perdonar.
Un adulto, en su lugar, agarrando escrituras y títulos en bolsa, resultaría tan aterrador que en la realidad se envuelven en piel de cordero para no ser captados.
Un beso fuerte, muy estimado Alfaraz.

Morgenrot dijo...

Misántropo, el pensar sólo en si mísmo es el mal de casi todos, y la pequeña apunta maneras, aunque no deja de ser encantadora.

¡ Qué buenas rimas te salen !

Siempre Besos

Morgenrot dijo...

Onda, la mirada y los gestos de la niña lo dicen todo, y la foto sí me pareció estupenda.

Besos fuertes