jueves, 7 de febrero de 2008

A LOS PADRES FUSTRADOS

* De nuestro genial y sapientísimo D.Antonio Mingote.

A esos padres que se han tomado en serio la educación de sus hijos y que observan cómo los resultados que van obteniendo no son precisamente los deseados.
Se miran el uno al otro y se preguntan : ¿ Qué hemos hecho tan mal?; ¿ En qué hemos fallado?.

Le hemos inclucado el respeto y buenos modales, ¿ de quién aprendió ese vocabulario vulgar y esa desfachatez?.

Le hemos enseñado nuestra religión, le hemos llevado a misa hasta que se negó..., ¿ Cómo es que se declara , no sólo agnóstico, sino ateo?.

Le enseñamos a comer y pasamos tantos malos ratos para que consiguiese degustar cualquier alimento y acostumbrarlo a una forma sana de alimentarse, ¿ Cómo le puede encantar la comida basura?.

Procuramos no enfadarnos delante de ellos, ¿ Por qué no paran de pelearse entre hermanos y levantan la voz?.

Somos trabajadores y hemos procurado un colegio exigente y disciplinado, ¿ a quién sale este niño que es más flojo "que un muelle de guita"?.

No frecuentamos los bares y le inculcamos una cultura de la salud, ¿ por qué fuma y bebe?.

En casa hay libros por doquier, nos ha visto leer y estudiar desde que nació, ¿ cómo es posible que no sienta curiosidad por leer?.

Así podemos seguir largo tiempo, haciéndonos preguntas sin encontrar respuestas. Muchos padres se sentirán identificado con alguna pregunta , con varias o con todas... Desde luego no somos padres perfectos, ni siquiera buenos padres, pero intentamos hacerlo lo mejor que sabemos.
Si acudes a un psicólogo, el progenitor suele acabar con la autoestima por los suelos, o simplemente, perder dicha autoestima. Los psicólogos suelen recurrir a la responsabilidad familiar y demás entorno cuando no hay una enfermedad mental.
Estudiar el entorno: buen colegio, buenos amigos, buen vecindario... Falla la televisión, pero estamos pendientes de que no vean programas no deseables....

¿Qué hacemos? . Seguir con buena actitud, firmes y no tenerse por vencido. ¡ Qué no nos falten fuerzas!. Dejar que el tiempo pase, algunos frutos buenos debemos recoger ... Es la esperanza del fustrado. ¡ Ah ! y algo de humor, miren lo que nos dice Mingote, y rían .

9 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Pásese, por favor, por el escenario que tiene un premio.

Morgenrot dijo...

Risas ( es que no se escuchan las carcajadas )

Afectuosísimos saludos para nuestro gran Tumbaíto.

Morgenrot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Natalia Pastor dijo...

Los hijos deber�an venir con un manual de instrucciones interactivo.

Morgenrot dijo...

Estimada Natalia:

Parece que nacen con un código genético; pero a partir de los 6 a los 8 años , adquieren un manual de des- instrucciones, de forma los padres no partimos de cero , sino de menos equis. Y ahora, combate el menos para llegar al más. ¡Qué difícil !.

No sé si eres madre, pero cuando llegues a serlo , me comprenderás.

Yo fuí madre por primera vez con 20 años y en tercero de carrera, Tengo tres hijos y su educación es lo más difícil que he hecho en mi vida, pero también la labor más hermosa.

He añadido tu blog a mis favoritos para poder visitarte de vez en cuando.

Saludos muy cordiales

Ana Garcia dijo...

Querida Morgenrot, efectivamente la educación hoy en día parece haberse absorbido por unas reglas que impone la sociedad. En nuestra época, me acuerdo que, a nuestros padres sólo les bastaba echarnos una mirada fija y seria, para quedarnos quietos. Hoy por hoy, si les levantas la mano, te denuncian.

Yo misma, con dos niñas que tengo (6 y 8 años), me paso el día gritando, no soy partidaria de los azotes, aunque uno a tiempo tampoco hace ningún mal. No tengo ningún mal recuerdo de mi infancia ni frustraciones ni complejos, nada de eso, al contrario, creo que la educación de entonces nos aportaba bastante más y nos hacía más autónomos.

Hoy en día se les compra de todo, cualquier capricho porque estamos tan saturados del trabajo, que por tener un minuto de paz, damos lo que sea. En fin, espero que mis hijas con la educación que les inculco no me salgan ranas, pero nunca se sabe....
Un abrazo

Morgenrot dijo...

Estimada fair Lady; efectivamente hay una diferencia notable entre la forma en la que nos educaban y la forma en que ahora educamos.
Yo sí tuve una educación severa, por parte de mis padres, pero mis abuelos ponían la paciencia, sapiencia y dulzura necesarios para mitigar la estricta exigencia del entorno.
Sin embargo, actualmente somos los "siervos" de nuestros hijos, en muchos aspectos. Y ahí creo que nos equivocamos. Si intentas imponer tu propia disciplina y normas, puede que consigas parte del objetivo, pero la sociedad en general se encarga de hacer de educadores ,con mensajes muy diferentes a los que reciben en casa.
Creo que tenemos que echarle mucha paciencia y no dejarnos vencer en el intento.
Dicen que uno recoge lo que siembra, a ver...

Un abrazo,

Marta Salazar dijo...

por eso, es mejor no educar tanto, mientras menos educación, tanto mejor, je je

Recuerdo que una vez una experta alemana en educación, me preguntó (en serio, estaba de visita en mi casa, en la noche, a tomar/beber algo),

me preguntó seriamente:

"...cuál crees tú que es la mejor educación? la autoritaria o la antiautoritaria?"

yo me quedé dudando qué contestarle porque encuentro absurdo esa creencia alemana que sólo ve, como posibilidades de educar o al antigua autoritarismo o a su tan mala consecuencia, el antiautoritarismo,

un dilema que me parece, al menos, muy tonto,

como no le contestaba, y todos, en silencio, esperaban mi respuesta...

ella me interrumpió y riéndose (a veces los alemanes sí tienen humor, ja ja), me dijo:

"eso es lo mejor, ni una ni otra, es preferible no educar a los chicos"

PLOP!

Morgenrot dijo...

Estimada Marta:

Me gustaría que la citada experta me explicara en qué consite la educación sin educar, porque los hijos se están educando al mismo tiempo que ven los comportamientos de sus padres y lo toman como referencias.
Aunque creo que educar es algo más, p.e ¿dejamos que campen a sus anchas desordenando la casa, peleándose con los hermanos, no ayundando en las tareas domésticas...?. Y si no poseen buenos hábitos de estudio, ¿dejamos al colegio que haga toda la labor ? . En casa deben aprender muchas cuestiones que no aprenden en el colegio.
Digamos que padres y colegio deben formar una especie de unidad educativa.
Pienso que la autoridad no la debemos perder, lo que no significa tiranía o convertirse en el Pater familias del derecho Romano.

Conozco padres y madres alemanes que viven aquí y generalmente son más duros y exigentes en la educación que los españoles.
No entiendo pues la conclusión de la experta.

Herzliche Grüsse