miércoles, 2 de noviembre de 2011

URÓBOROS, UN LIBRO Y EL ETERNO RETORNO.


Llegué a esta imagen, " el urórobos ",  a través de las secuencias de una búsqueda :
Un amigo me preguntó :- ¿ Cómo se pronuncia " Niezch " ?.-
- ¿ te refieres a " Nittssche " ?.-  Le dije.
Continué:
- Se pronuncia " Nittssche ".
- En alemán la " ie " se vocaliza como una " i , el resto de letras se pronuncian todas.
- La " z "  es como una " ts "- .

- ¿ Conoces un libro de Nietzsche titulado " La filosofía del eterno retorno a lo mismo " ?.- Me interpeló.

Un título bello, sugestivo y aliado con  ese dicho tan mío :
 "más de lo mismo "
Le contesté lo que supe,  no conocía ese libro...

Esa noche pregunté a mi filósofo de cabecera y él me informo de la no existencia de esa obra como tal, sino de una doctrina acerca del eterno retorno " Ewingen Wiederkunft " que se recoge fundamentalmente en dos obras del autor, " Así habló Zaratustra " y  " La gaya ciencia ".
Volver a estudiar los manuales  del creador del " Übermensch " me pareció una asignatura pendiente, entre tantas otras, demasiadas, pendientes de tener tiempo para emprenderlas.
Cuando el hombre vence al miedo se convierte en " Übermensch " o superhombre. Ni se puede vencer al miedo ni podemos prescindir del elemento " tiempo ".

- El libro no existe.-. Indiqué a mi amigo .
Hoy por hoy aún no se tiene por vencido. Es obstinado. Yo también.

Como serpiente que se come la cola, el uróboros viene a simbolizar la lucha eterna, el esfuerzo inútil. Todos los acontecimientos se repetirán interminablemente, todo se sucederá un número infinito de veces, la vida se repite y,  para desear lo reversible del tiempo, nos encontramos con la exigencia de una existencia feliz, una necesidad de lo dichoso.

Mi amigo me ha facilitado el volumen IV de los Fragmentos póstumos de Nietzsche, publicados en el orden en que se presentan en los cuadernos manuscritos de Nietzsche, eliminada la distorsión de la edición preparada por la hermana del filósofo, Elisabeth. Encuentro la doctrina del eterno retorno en la página 184. Mi tenaz amigo me lo ha subrayado.

N.B.: en dedicación a M.A, mi amigo y vecino.  Igualmente a M.M , mi inquisidor filósofo de cabecera.